adanyeva.eu HECHOS REALES DE LISTILLOS adanyeva.eu

(Vulgarmente llamados espabiladillos, truanes, timadores, embaucadores, etc, etc.)
Hay una serie de personajes con pocas luces para los cuales el honor, la moral, la honestidad, la honradez son simples palabras de la real academia de la lengua cuyo sentido no alcanzan a comprender ni a practicar.
Pero es triste que la mentalidad de algunos de estos personajes sea tan escasa que los resultados de sus acciones no reportan ningún beneficio para ellos, y en la mayoria de los caso mas bien al contrario.
Incluso hay casos patéticos que como decía mi abuelita son mas para llorar que para reir.

Contaremos a continuación algunos casos basados todos en hechos reales, no se mencionarán los nombres de los protagonistas, pero muchos de ellos y otros ajenos se sentirán identificados.

En algunos casos vemos que el inventor del timo de la estampita se ha quedado corto.


 El caso del aceite cojonudo y barato.
Erase un personaje que con frecuencia relativa venia a comprar aceiteras de plástico rotuladas: aceite para máquinas de coser. Un buen dia a nuestro vendedor se le ocurre en buena lógica ofrecerle el aceite, que nosotros compramos en bidones de 200 litros de buena calidad y por tanto de precio elevado, para llenar esos envases.
El hombre contesta que el mismo fabrica un aceite cojonudo y barato, al punto se queda un poco cortado, pero ante nuestra insistencia para obtener información e incluso la patente ante una posible genialidad, confiesa cuales son los ingredientes de tan maravillosa pócima para poner las máquinas en estado de éxtasis permanente (blqueo de sus partes móviles, etc):  mitad petroleo y mitad aceite de girasol.
Comprendimos al punto la cara de sinceridad de las señoras, que aguantaban los discursos de mi padre diciendoles que nunca le volviesen a echar a la máquina aceite de comer,  asegurando ellas que no le habian echado tal cosa sino que lo habian comprado ya envasado para tal efecto a un vendedor.
 Ya que el aceite cojonudo se encargaba de bloquear la máquina al secarse el petroleo ocasionando una avería dificil de solucionar en algunos casos.
 

 El caso del aceite con efecto retardado para  justificar el mecánico inepto.
Erase un hombrecillo que iba por los pueblos y aldeas a la busca de gente de buena fé con una máquina de coser averiada para ofrecer sus servicios de genial reparador. Una vez embaucada la victima, comenzaba el ritual de reparación de la máquina. Ya pasado el tiempo reglamentario necesario para hacer suponer que el trabajo estaba terminado, el genio en cuestión (el supuesto mecánico) le aplicaba a la máquina en presencia de la víctima (el cliente) una buena rociada de un aceite especial supuestamente milagroso pero de efecto retardado.
El truco consiste en que la máquina hay que ponerla en marcha y probarla al cabo de un mínimo de tres horas, evidentemente cuando el genio ya habia cobrado y estaba sabe dios donde....

El caso de la máquina de bordar ilegal portadora de virus
Máquina de bordar industrial a precio de oferta por un distribuidor muy serio y con máxima penetración en el mercado europeo y de máxima solvencia que quiere eliminar stocks y que intentamos ofrecer a nuestros clientes a un precio muy ventajoso.
Por diversas circunstancias uno de nuestros clientes interesado en tal oferta, se encuentra con un vendedor de la competencia que para conseguir la venta de la misma máquina le ofrece unos argumentos dignos de un productor de cine surrealista, en un intento desesperado de vender la misma máquina a un precio muy diferente:
1 -Solo nosotros te podremos dar un servicio competente y eficaz....
2 -Solo nosotros somos capaces de reparar esas complicadas máquinas......
3 -La máquina que te ofrecen por ese precio es de procedencia ilegal y su ordenador dejará de funcionar al cabo de un tiempo y te quedarás sin máquina ya que la casa original no se hace cargo.
Tiene nuestro cliente que escuchar todo ese rollo y otros más que por ética profesional no se mencionan.
Se trataba en ambos casos de máquina de misma marca y modelo.
Conclusiones lógicas:
Cualquier potencial cliente con dos dedos de frente no necesita mas argumentos para darse cuenta de la seriedad y profesionalidad del vendedor.
Y si no tiene esa capacidad, que Dios le pille confesado.

El caso del mecánico inepto pero no tan inepto
Erase una clienta en una villa de nuestra tierra con una máquina de dos agujas que hacia muchas puntadas sueltas, una avería que le trae por el camino de la amargura ya que su mecánico y proveedor habitual no es capaz de solucionar a pesar de intentarlo varias veces, según parece.
Nos piden que intentemos arreglar el problema, manos a la obra vemos la causa: los garfio separados casi un milimetro de la aguja, algo totalmente fácil de solucionar.
Se soluciona al momento y lógicamente pensamos en la gran ineptitud del mecánico habitual.
La clienta contenta al ver su máquina coser tan bien después de tanto tiempo nos comenta su agradecimiento ya que ella ya estaba mentalizada para comprar una nueva.
Conclusiones lógicas:
El mecánico habitual no era tan inepto como pensabamos, realmente casi consigue lo que realmente se proponía: venderle una máquina nueva.
Lo entendemos, no es lo mismo cobrar una comisión sobre una venta de 3500 euros que lo que se gana en una simple reparación.
Vemos entonces que no es tan inepto, mas bien es otra cosa: juzguen uds.
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El caso del mecánico del tornillo flojo
Erase un hombrecillo que decía ser mecánico de máquinas, y que presumía de ser muy espabilado y que para tener el trabajo asegurado por los años venideros dejaba algún que otro tornillo mas flojo que apretado.
Lo más triste del caso es que el hombre presumía de tal hazaña ante sus colegas.

El caso del mecánico del motor que frie patatas
Erase en una importante ciudad al norte de Galicia una clienta con la cual tenemos una gran confianza, en una visita esporádica, aprovecha para hacerme una consulta sobre un tema que le tenia preocupada a raiz de la visita de un técnico mecánico que trabaja para un vendedor de máquinas de una villa próxima.
El eminente técnico al que hacemos referencia le hace ver que alguno de los motores de las máquinas de coser se calientan en exceso y que por lo tanto deberia de cambiar quizás para evitar un incendio o una explosion etc.
Logicamente hice un examen de los motores en cuestión y se comprueba que efectivamente están calientes pero no lo suficiente para freir patatas, estan a su temperatura normal de trabajo.
Conclusión lógica:  se deduce consumiendo pocas neuronas.
Evidentemente hay otras formas mas éticas de venta.

El caso de la máquina coja
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El caso de la liebre y el conejo
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El caso del camello que en vez de droga trafica con ropa
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El caso del motor saltarín
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El caso del transportista trampero.
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El caso del alcalde ofendido en una importante villa de galicia.
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Hay que comer la pieza.
Un peletero de nuestra zona que pide una pieza retén de aceite para que una máquina no le manche las prendas.
La máquina ya no se fabrica y es casi imposible conseguir recambios. Hacemos un esfuerzo y conseguimos el recambio de una máquina similar pero de otra marca. El importador la pide a Italia.
Cuando viene la pieza aviso al cliente, pero en este momento no tiene trabajo para la máquina, y la rechaza alegando que tiene un precio desorbitado y que a el no le tima nadie, que la devuelva. Le argumento que vino de Italia expresamente y que no se puede devolver, contesta que es mi problema.
El precio del recambio es de 40 euros, eso lo puede hundir en la ruina.

El caso del autoservicio de las ancoras.
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El caso del fabricante de Valencia.
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